Las relaciones de pareja
son una cosa compleja;
uno con una, una con uno,
uno con uno, una con una,
no hay diferencia ninguna.
Algunas personas no comprenden,
muchas más de las que dicen
y con sus miradas ofenden
a binomios muy felices.
Ya van demasiados años
de recibir muchos daños,
palizas, golpes, acusaciones,
escucharles decir: enfermos, chupapollas, maricones,
bolleras, comecoños, chicarrones.
Y, en silencio, sin hacer ruído,
sufrir eso, como si no han oído.
Es verdad que hay logros
legislados pero, pocos y sordos.
Así, el día del Orgullo Gay
es lo único que hay
donde enseñan sus verdades
libres, grandes, sin edades;
con poca ropa o mucha
que de eso se compone la lucha,
de pelear por derechos
enseñando culos o pechos,
dividiendo con quien quieran los lechos.
Esos, esos son los verdaderos hechos.
Y, si al leer mis palabras
a alguien le suenan los oídos,
casi mejor que se abra
y revise sus prejuicios vendidos,
ya que quien es el enfermo,
el capullo, el paquidermo,
es sólo ella o él, y no Clara ni Guillermo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario