lunes, 26 de agosto de 2013

A mi madre

Y voy cumpliendo los cuarenta y tantos y parece que fue ayer cuando estaba dando pataditas en tu panza, cuando chupaba como un poseso de tu teta, cuando llegaba a casa con una brecha en la frente y tu querías morirte. Parece difícil digerir que alguien ha puesto su vida en tus manos y te lo ha dado absolutamente todo, sin guardar nada. Resulta complicado tasar el esfuerzo de una vida entera, muchas lloreras, cantidad de lamentos en silencio "por si" te ha pasado algo malo y más de un enfado con la pareja por disparidad de opiniones en TU educación.
Todo eso y mucho más, muchísimo más no es nada. Una madre compensa en una balanza todo eso con una sonrisa en un determinado momento, un beso sin importancia, tu olor o tu cara de felicidad.
Aunque sea tarde o no lo sea, he aquí mi homenaje a ti, madre.

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