viernes, 14 de septiembre de 2012

ssinestesiass



Escucho el color de tus ojos,
veo el tacto de tu piel,
huelo tu sabor,
degusto el sonido de tu voz y tu risa, 
e incluso, creo tocar tu estar sereno, 
y, todo eso, lo hago frente a ti, 
incólume,
sin que tú me mires, 
ni me oigas,
ni me sientas, 
ni me huelas,
y, por supuesto, 
sin que me cates, 
porque no es necesario, 
porque estamos sin estar, 
con... los cinco sentidos.